Una estrella del béisbol es un jugador que mantiene un rendimiento élite en las principales estadísticas del juego. En ofensiva, suele tener un promedio de bateo superior al .300, un porcentaje de embasado (OBP) por encima del .380 y un slugging (SLG) mayor a .500, reflejando poder y consistencia. En pitcheo, un lanzador estelar mantiene una efectividad (ERA) menor a 3.00, un WHIP inferior a 1.10 y una tasa de ponches superior al 25 % de los bateadores enfrentados. Estas cifras, junto con su impacto en victorias y liderazgo en el campo, definen a un verdadero jugador de élite.